Así, para calmar el dolor del cacique,
lejos de la doncella que tanto ama,
surge la canción,
y suave y lenta
que le parecía estar escuchando los suspiros de ella.
La forma nacarada de esa sirena
era más blanca que el sedoso rocío
y sobre su pecho brillan sus rubios tirabuzones.
Nacida en la espuma de una ola,
alcanzó la predestinada proa,
abrazó fuerte al bravo cacique
y saltó con él en busca de las profundidades.
gracias por tu firma :) yo también quiero ser tu amiga! los amigos verdaderos nunca sobran...
ResponderEliminarespero poder leerte pronto, un beso!
gracias por la tuya, naaty, y feliz que hayas aceptado mi amistad.
ResponderEliminarestoy acostumbrado a confiar en mi intuiccion, y esta vez me ha dicho que eres una chica muy especial y muy linda :)
quiero que intercambiemos...
un beso