viernes, 13 de marzo de 2009


Así, para calmar el dolor del cacique,

lejos de la doncella que tanto ama,

surge la canción,

y suave y lenta

que le parecía estar escuchando los suspiros de ella.

La forma nacarada de esa sirena

era más blanca que el sedoso rocío

y sobre su pecho brillan sus rubios tirabuzones.

Nacida en la espuma de una ola,

alcanzó la predestinada proa,

abrazó fuerte al bravo cacique

y saltó con él en busca de las profundidades.

2 comentarios:

  1. gracias por tu firma :) yo también quiero ser tu amiga! los amigos verdaderos nunca sobran...
    espero poder leerte pronto, un beso!

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  2. gracias por la tuya, naaty, y feliz que hayas aceptado mi amistad.

    estoy acostumbrado a confiar en mi intuiccion, y esta vez me ha dicho que eres una chica muy especial y muy linda :)
    quiero que intercambiemos...
    un beso

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